Esta norma internacional describe métodos de prueba para determinar la resistencia y durabilidad (principalmente en cuanto a fatiga y desgaste) de unidades de almacenamiento que están completamente ensambladas y listas para usar, incluidas sus partes móviles y no móviles. No se incluye la evaluación del envejecimiento y la degradación. Las pruebas consisten en la aplicación, a diversas partes de los artículos, de cargas, fuerzas y velocidades que simulen el uso funcional normal, así como el mal uso, que razonablemente podría esperarse que ocurriera. Las pruebas están diseñadas para evaluar propiedades sin tener en cuenta los materiales, el diseño/construcción o los procesos de fabricación. Los resultados de la prueba sólo son válidos para el artículo probado. Cuando se pretende aplicar los resultados de la prueba a otros artículos similares, la muestra de prueba debe ser representativa del modelo de producción. En el caso de diseños no contemplados en los procedimientos de prueba, la prueba debería realizarse en la medida de lo posible como se describe y las desviaciones del procedimiento de prueba deberían registrarse en el informe de prueba. Las pruebas realizadas de acuerdo con esta norma internacional tienen como objetivo demostrar la capacidad del artículo para brindar un servicio satisfactorio en el entorno previsto. Debe entenderse que dichas pruebas no garantizan que no se produzca una falla estructural como resultado de un mal uso habitual o después de un período de servicio excesivamente largo. Esta norma internacional especifica métodos de prueba únicamente; no especifica requisitos a cumplir. Los anexos A y B son sólo para información. El anexo A contiene parámetros que pueden aplicarse a cualquier tipo o diseño de unidad de almacenamiento.