INTRODUCCIÓN Los impactos inmediatos y especialmente visuales de los derrames de petróleo se conocen desde que el petróleo ha sido un artículo de comercio. Los procesos menos visibles y de más largo plazo mediante los cuales un medio ambiente se recupera de los efectos del petróleo derramado siguen siendo materia de investigación científica activa. La mayor parte de nuestro conocimiento sobre estos procesos se ha acumulado a partir de estudios de derrames de petróleo que se remontan aproximadamente a 1967. Esta información ha llevado a análisis de impacto tanto simples como altamente sofisticados; ha sido generado tanto por accidentes como por curiosidad científica. La explosión de Santa Bárbara (en 1969) y los encallamientos de los petroleros Torrey Canyon (1967) @ Florida (1969) @ Arrow (1970) @ Zoe Colocotroni (1973) @ Metula (1974) @ Argo Merchant (1976) y Tsesis (1977) ) generó la preocupación necesaria para proporcionar financiación para investigaciones científicas serias sobre los efectos de los derrames de petróleo y la recuperación de los ecosistemas de los mismos. Como resultado, cuando el petrolero Amoco Cádiz encalló frente a Bretaña en 1978 y cuando el IXTOC-I explotó en el Golfo de México en 1979, la comunidad científica estaba mejor preparada para implementar y perfeccionar sus herramientas de medición.
API DR199-1988 Historia
1988API DR199-1988 Estudios de derrames de petróleo: medición de los efectos ambientales y recuperación