Esta práctica recomendada por SAE se aplica a diversos materiales aislantes utilizados en vehículos para el control del calor y el ruido y otras aplicaciones. El propósito de esta prueba es proporcionar un medio para evaluar y comparar la corrosividad de los materiales aislantes. Tres panelistas comparan una muestra de material aislante con un estándar (material fibroso inerte). El fundamento de la prueba es que la corrosión del acero no debe ser mayor para el material aislante que para un material fibroso inerte.