La galvanoplastia es un proceso mediante el cual un objeto se recubre con una o más capas relativamente delgadas y muy adherentes de uno o más metales. Se logra colocando el objeto a recubrir en una rejilla para enchapado o en un accesorio, o en una canasta o en un recipiente giratorio de tal manera que una corriente adecuada pueda fluir a través de él, y luego sumergiéndolo en una serie de soluciones y enjuagues en la secuencia planificada. La ventaja que se obtiene mediante la galvanoplastia puede ser considerable; En términos generales, el proceso se utiliza cuando se desea dotar al material base (seleccionado por razones de costo, conservación del material y propiedades físicas) con propiedades superficiales que no posee. Cabe señalar que, aunque la galvanoplastia es el proceso más utilizado para aplicar metales a un sustrato, también se pueden aplicar mediante pulverización, deposición al vacío, revestimiento, inmersión en caliente, reducción química, revestimiento mecánico, etc. y a continuación se muestran los metales utilizados para diversas aplicaciones.