Esta norma europea se aplica a todos los tipos de protectores oculares personales utilizados contra diversos peligros, como los que se encuentran en la industria, laboratorios, establecimientos educativos, actividades de bricolaje, etc., que puedan dañar el ojo o perjudicar la visión, con la excepción de la radiación nuclear. Rayos X, rayos láser y radiadores infrarrojos (1R) de baja temperatura emitidos por una fuente de baja temperatura