Esta norma europea especifica todos los requisitos específicos de los vehículos de propulsión eléctrica para que sigan siendo seguros tanto para los usuarios del vehículo como para el entorno del vehículo (peatones, protección de la naturaleza contra la contaminación, etc.). Esta norma no se aplica a las operaciones de mantenimiento y requisitos específicos para vehículos conectados a una fuente de alimentación externa. Esta parte trata de requisitos específicos relacionados con el almacenamiento electroquímico de energía a bordo.