La prueba de caída es el método más común para probar la resistencia de las bolsas. Según la normativa internacional para la aprobación de embalajes destinados a mercancías peligrosas, para evaluar la idoneidad de las bolsas sólo se utilizan pruebas de caso. El Apéndice 3 establece, por ejemplo, los requisitos establecidos para las bolsas de plástico que se utilizarán para el transporte de mercancías peligrosas por mar.