La investigación de un accidente aéreo es una tarea que puede tener un alcance casi ilimitado. Por lo tanto, algunas investigaciones se verán restringidas por los recursos disponibles, a menos que se ejerza una gestión adecuada de las investigaciones. El investigador a cargo es responsable de garantizar que el gasto de los recursos disponibles dé como resultado una investigación que extraiga el máximo beneficio para la seguridad de la aviación. El investigador a cargo debe tener la experiencia para dirigir la investigación de manera que garantice que los recursos se utilicen al máximo y no se desperdicien en líneas de investigación irrelevantes. Al mismo tiempo, el investigador encargado también debe garantizar, en la medida de lo posible, que las líneas de investigación pertinentes se pongan fin tan pronto como hayan alcanzado el nivel más allá del cual un mayor gasto de recursos no resultará rentable en términos de mejora de la seguridad. . A medida que un investigador adquiere experiencia, se dará cuenta de que la necesidad de aumentar sus conocimientos y mejorar sus habilidades es un proceso continuo. Si bien la capacitación es esencial, la optimización de las capacidades de un investigador generalmente depende de un compromiso personal con la excelencia. Durante la Reunión Divisional de Investigación y Prevención de Accidentes (A1G) celebrada en septiembre de 1999, varios Estados expresaron la opinión de que era necesario desarrollar normas comunes para la formación de investigadores. Los estándares de formación debían compilarse de tal manera que pudieran adaptarse a una variedad de culturas y requisitos operativos. Sobre la base de la discusión, la reunión en su Recomendación 7/2 acordó que la OACI desarrollaría directrices para la capacitación de investigadores. En respuesta a la Recomendación, la OACI desarrolló las directrices de instrucción contenidas en esta circular. La circular analiza la experiencia y los antecedentes laborales necesarios para la formación como investigador de accidentes de aviación. También describe la capacitación progresiva que se considera necesaria para calificar a una persona para las diversas funciones de investigación, incluido el nombramiento como investigador a cargo de una investigación de un accidente importante que involucre una aeronave de gran categoría de transporte. La OACI reconoce que las directrices de instrucción son de naturaleza evolutiva y es posible que deban actualizarse periódicamente. A lo largo de esta circular, con excepción de las definiciones del Capítulo 1, se debe entender que el uso del género masculino incluye a personas masculinas y femeninas y que el término “accidente” incluye “incidente”. La OACI agradece la considerable asistencia brindada por la Sociedad Internacional de Investigadores de Seguridad Aérea en la preparación de esta circular.
ICAO CIRCULAR 298-2003 Historia
2003ICAO CIRCULAR 298-2003 Directrices de formación para investigadores de accidentes de aviación Impresas en junio de 2003