La presente directriz aborda todos los problemas relacionados con la determinación de las emisiones provocadas por el tráfico de vehículos de motor y con la contribución de la degradación de la calidad atmosférica por los contaminantes del aire. Están cubiertos tanto el tráfico fluido como el tráfico parado, como las interrupciones breves de la conducción, las pausas de conducción y los vehículos a motor estacionados durante intervalos más largos. Los principales objetivos son las emisiones del tubo de escape, las emisiones por evaporación y la abrasión de los neumáticos.